El presidente de la Ciudad recordó la historia del Barcelona y sus peñas como la Gran Peña Barcelonista de Ceuta. No se olvidó de su máximo representante Rafael Fontalba y su padre que fue un gran aficionado. Dijo "que este jueves será un gran día para todos".
Juan Vivas, presidente de la Ciudad, tuvo un encuentro en el salón del trono de la ciudad un encuentro con el vicepresidente del FC Barcelona, Josep Ignaci Maciá, y la Gran Peña Barcelonista de Ceuta encabezada por su presidente Rafael Fontalba. También acudió el presidente de la AD Ceuta, Luhay Hamido.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, se dirigió a los presentes señalando que “el Fútbol Club Barcelona es grande, muy grande; lo es por sus 124 años de brillante historia; por los 600 títulos; por las doce disciplinas y seis secciones deportivas; por los recursos que moviliza; por su capacidad de convocatoria; por los más de 140.000 socios; por su proyección internacional; pero sobre todo lo es porque millones de personas, en toda España y en el resto del mundo, sienten su escudo y sus colores como algo propio e irrenunciable, algo que les hace vibrar de emoción, saltar, gritar, cantar y, en ocasiones, hasta llorar.
Un sentimiento de pertenencia a un club que, como en otros casos, no obedece a la razón; se suele transmitir de padres a hijos; dura para toda la vida, no se cambia; y es capaz de unir a personas de diferentes edades, profesiones, posición social, lugares de residencia, credos, razas o ideologías. Fomentan y favorecen valores muy apreciados: el conocimiento entre las personas, el compañerismo, la amistad, y el respeto, en particular el respeto al rival, ese otro equipo mal que siempre se le quiere ganar, al que se le desea que nunca gane, pero al que se le necesita, porque sin él no se sería lo que se es; sin él las victorias no serían tan celebradas ni las derrotas tan amargas.
Peñas que son un ejemplo de generosidad; generosidad para estar con el equipo en todo momento, en las maduras pero, sobre todo, en las duras; y generosidad para no pretender ninguna notoriedad, ningún protagonismo. El nacimiento y desarrollo de las peñas barcelonistas son coincidentes con los del club, la referencia más remota se sitúa en 1919, veinte años después de la fundación llevada a cabo por Gamper, y con motivo de la celebración por un grupo de aficionados de un baile para jugadores y socios -son los felices años 20- , pero no es hasta 1944 cuando se constituye la Peña Solera, la primera según un formato de organización y funcionamiento.
Con posterioridad, el crecimiento y proliferación de las peñas se ve impulsado y animado por los éxitos deportivos que va cosechando el club, como ejemplos significativos, la consecución de la primera Copa de Europa en 1992, el ‘dream team’ o el equipo dirigido por Guardiola y liderado por Messi, y así hasta alcanzar la actual cifra de 1.200 peñas.
Entre ellas, la Peña Barcelonista de Ceuta, fundada en 1987 por Miguel Sánchez Rueda, su primer presidente, y que alcanza su mayor relieve con la llegada a dicha presidencia de su actual presidente, Rafael Fontalba Bonilla. Entre sus hitos más sobresalientes, la celebración en Ceuta los días 6,7 y 8 de septiembre de 2001 -el mismo año en el que el Fútbol Club Barcelona nos visitaba por segunda vez- de XXV Trobada Mundial de Peñas Barcelonistas: se dieron cita en Ceuta cerca de mil peñistas; y el Barcelona obsequió a la Ciudad con una escultura de Montserrat García Rius, la que se ubica en la rotonda que conecta con la avenida del Ejército Español, y que simboliza las cuatro culturas que conviven en Ceuta y el mundo del fútbol”.
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A continuación señalo que “en la sede social de Bermudo Soriano, mucho sentimiento barcelonista, un ejemplar de la primera edición del diario El Mundo Deportivo, fechado el día 1 de febrero de 1906, y una foto dedicada de Diego Armando Maradona. Decía que el sentimiento de pertenencia a un determinado club se transmite de padres a hijos; es el caso de Rafael Fontalba, el presidente de la peña barcelonista de Ceuta. Su padre también era un gran barcelonista pero, sobre todo, era una gran persona, honesta, responsable, trabajadora, cordial y entrañable.
Su hijo, Rafael Fontalba Bonilla ha heredado estas cualidades; Rafael es un excelente profesional de la cocina que, movido por el amor a su tierra, ha dedicado mucho tiempo y empeño en investigar y divulgar los tesoros gastronómicos de Ceuta. Mañana no será un día cualquiera, nos visita, por cuarta vez en su historia, nada más y nada menos que el Barcelona, un premio para la afición de Ceuta, que debemos disfrutar, y una ocasión para mostrar la verdadera imagen de nuestra ciudad, la imagen de una ciudad atractiva, hermosa y mágica, de profundas raíces, diversa, amable y luminosa; una gente que ha hecho del respeto y la convivencia una manera de ser y de vivir, de vivir compartiendo; una tierra de encuentro donde el grito de viva Ceuta suena cual eco fuerte de un viva España”.
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Con anterioridad el presidente de la Gran Peña Barcelonista dijo que “agradecerle a Vivas su recepción por el gran comportamiento que tiene con nosotros y al club representado por su vicepresidente por haber adelantado el viaje para estar con nosotros”.
Luhay también agradeció a Vivas su confianza.
Maciá, vicepresidente del Barcelona, tras los agradecimientos que “la peña de Ceuta es una embajadora de los valores del club en la ciudad y siempre que hemos venido nos hemos sentido como en casa”.
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