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Los azulgrana superaron al Sporting CP tras una final impecable y demostraron su condición de mejor equipo de Europa
Periodista
Los dos equipos arrancaron la final en Riga con mucho respeto, sabedores que cualquier error podría pasarles factura, y ofrecieron unos primeros diez minutos con mucha lucha y pocas ocasiones claras para abrir el marcador. Con el paso de los minutos el Barça fue creciendo sobre la pista y empezó a complicar la salida de balón del Sporting, que no tenía soluciones para superar la buena presión culé. Al cuarto de hora Matheus avisó con un tiro raso que pegó en el poste y en la siguiente acción llegó el tanto que encarrilaba la final para los azulgrana. Dídac buscó en largo a Sergio Lozano, que tuvo fortuna para quedarse con la posesión y superó a Guitta con un toque sutil por encima del portero del Sporting. Era el gol 300 del capitán con la camiseta del Barça y la final se ponía de cara para los intereses de los culés.
Triunfo con exhibición del Barça de fútbol sala para proclamarse campeón de la Champions League por cuarta vez en su historia. Los azulgrana derrotaron en Riga al Sporting CP (4-0) en una final impecable en la que demostraron su condición de mejor equipo de Europa y se tomaron la revancha de la derrota en la final del curso pasado, en la que los portugueses remontaron y dejaron sin premio a los culés.
El gol de Sergio Lozano fue un golpe duro para Sporting y tres minutos después el conjunto de Jesús Velasco consiguió ampliar diferencias gracias a Pito, que le robó la cartera a Zicky Té y puso el 2-0 con un tiro centrado. La ventaja era justa para el Barça, que había hecho méritos para mandar en el marcador y estuvo muy firme en defensa en todo el partido.
El paso por los vestuario sentó bien al Barça y en la primera acción de peligro Ferrao hizo el tercer gol tras aprovechar un pase largo y preciso de Carlos Ortiz. 3-0 y final muy encaminada para los intereses de los culés. Pese a su buena diferencia de goles, los azulgrana siguieron apretando la portería rival y Ortiz y Pito tuvieron más ocasiones para que la ventaja fuera más amplia.
A falta de siete minutos y medio para el final, Sporting CP sacó el portero-jugador en busca de una remontada heroica, pero el Barça no ofreció ninguna facilidad en defensa y Dídac selló la goleada con un gol desde su área para poner el 4-0 y confirmar el título para los culés. Con su cuarta corona continental, el Barça demuestra su gran poderío en Europa y se consolida como el gran equipo a batir.
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